Los cuentos son un recurso educativo muy utilizado para favorecer el aprendizaje del niño. Son un elemento muy motivador en la enseñanza que les va introduciendo poco a poco en el mundo de la literatura. Un mundo que engancha una vez que estás dentro. Y como queremos crear un mundo de lectores, les traemos hoy un cuento que hemos elaborado nosotras mismas. ¡Esperamos que les guste!
Tan flaco como un palillo
En la ciudad del viento, vivía un niño
llamado Juan. Juan era alto, guapo y
simpático pero era tan flaco como un palillo, por eso todo el mundo en la
ciudad le llamaba “Palitroque”. Siempre que salía a la calle era un suplicio porque
siempre el viento le arrastraba muchos kilómetros más atrás y nunca llegaba a
tiempo a su destino.
Cansado de tanto vuelo Juan ideó varios
métodos para luchar contra el viento: primero intentó meterse piedras en los
bolsillos pero se le caían los pantalones de tanto peso. Luego inventó unos
zapatos de cemento pero le era imposible dar un paso porque eran muy pesados.
Ya desesperado, intento amarrarse a su perro
Rocky pero este corría más que él y por eso, siempre llegaba a casa sucio y
magullado. Ninguno de estos métodos fueron efectivos… La ciudad del viento no
estaba hecha para alguien tan flaco como un palillo. Por ello, un día Juan
salió decidido de casa esperando a que el viento le ayudara a volar y le
llevara, con suerte, a la ciudad sin viento.
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