jueves, 8 de mayo de 2014

Tan flaco como un palillo

Los  cuentos son un recurso educativo muy utilizado para favorecer el aprendizaje del niño. Son un elemento muy motivador en la enseñanza que les va  introduciendo poco a poco en el mundo de la literatura. Un mundo que engancha una vez que estás dentro. Y como queremos crear un mundo de lectores, les traemos hoy un cuento que hemos elaborado nosotras mismas. ¡Esperamos que les guste! 


 Tan flaco como un palillo

   En la ciudad del viento, vivía un niño llamado Juan. Juan era alto, guapo  y simpático pero era tan flaco como un palillo, por eso todo el mundo en la ciudad le llamaba “Palitroque”. Siempre que salía a la calle era un suplicio porque siempre el viento le arrastraba muchos kilómetros más atrás y nunca llegaba a tiempo a su destino.

   Cansado de tanto vuelo Juan ideó varios métodos para luchar contra el viento: primero intentó meterse piedras en los bolsillos pero se le caían los pantalones de tanto peso. Luego inventó unos zapatos de cemento pero le era imposible dar un paso porque eran muy pesados.

   Ya desesperado, intento amarrarse a su perro Rocky pero este corría más que él y por eso, siempre llegaba a casa sucio y magullado. Ninguno de estos métodos fueron efectivos… La ciudad del viento no estaba hecha para alguien tan flaco como un palillo. Por ello, un día Juan salió decidido de casa esperando a que el viento le ayudara a volar y le llevara, con suerte, a la ciudad sin viento.

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